Rosquitón: Rosquitas Secas y Deliciosas | Rosquitón: Dry and Delicious Donuts

Cómo Hacer Rosquitón: Rosquitas Secas y Deliciosas - Receta Fácil

Descripción:

¡Buenos días, familia! Hoy vamos a preparar unos deliciosos rosquitos grandes al estilo paraguayo, a los que llamo "Rosquitón". Sigue el paso a paso para obtener unas rosquitas crujientes y perfectas.

Ingredientes:

Harina: 250 g

Levadura fresca: 15 g

Sal: 5 g

Azúcar: 10 g

Manteca o margarina: 20 g

Agua: 170-180 ml (ajustar la cantidad según la textura de la masa)

Instrucciones:

Paso 1: Mezclados de los ingredientes:

Mezcla la harina, la levadura fresca, la sal, el azúcar, y la manteca en un bol.

Es importante incorporar bien cada ingrediente para garantizar que la levadura se distribuya de manera uniforme en la masa.

Agrega el agua poco a poco mientras amasas. Esto te permitirá ajustar la textura de la masa, asegurando que no quede ni demasiado seca ni demasiado pegajosa.

Nota: Es esencial no apresurarse en este paso. La cantidad de agua puede variar dependiendo de la humedad del ambiente y del tipo de harina que utilices. La clave es lograr una masa que sea ligeramente suave, pero no demasiado líquida.

Paso 2: Amasar la masa

Amasa la mezcla durante aproximadamente 15-20 minutos. Este tiempo es crucial para desarrollar el gluten, lo que le dará a las rosquitas su textura característica.

La masa debería ser un poco ligera pero manejable. Si sientes que está demasiado pegajosa, resiste la tentación de agregar más harina, ya que esto podría endurecer el producto final.

Deja que la masa repose por 10-15 minutos. Este reposo permitirá que la levadura comience a trabajar, lo que ayudará a que la masa se vuelva más elástica y fácil de manejar.

Nota: Durante el amasado, puedes utilizar técnicas como el "pliegue y empuje" para mejorar la textura de la masa. Asegúrate de trabajar la masa hasta que esté suave y uniforme, lo que indica que el gluten se ha desarrollado correctamente.

Paso 3: Formar los Rosquitones

Divide la masa en cuatro porciones iguales. Para asegurarte de que las rosquitas tengan un tamaño uniforme, puedes utilizar una balanza para pesar cada porción.

Forma bollos con cada porción y déjalos reposar por 15 minutos. Este segundo reposo es crucial para permitir que la masa se relaje, lo que facilitará el estirado posterior.

Estira cada bollo en tiras largas, enrollándolas en forma de rosquita. Trabaja con cuidado para no desgasificar la masa mientras la estiras.

Deja reposar las rosquitas formadas por otros 15-20 minutos hasta que dupliquen su tamaño.

Nota: Si la masa se siente demasiado floja al estirarla, puedes dejarla reposar un poco más antes de continuar. Este proceso permitirá que el gluten se relaje, haciendo que sea más fácil trabajar con la masa.

Paso 4: Horneado

Precalienta el horno a 150-190°C esto dependiendo del tamaño del horno, si un horno es más grande en 190 si es horno pequeño 150 grados.

Coloca las rosquitas en una bandeja de horno, dejando suficiente espacio entre ellas para que no se peguen al expandirse durante la cocción.

Hornea a 150-190°C durante 45-50 minutos. Es fundamental hornear a una temperatura constante y baja para que las rosquitas se cocinen uniformemente y queden crujientes.

Puedes rotar la bandeja a mitad de cocción para asegurar un dorado uniforme.

Nota: Para obtener un acabado más crujiente, puedes dejar las rosquitas en el horno apagado durante unos 5-10 minutos adicionales con la puerta entreabierta. Esto ayudará a que pierdan la humedad residual sin quemarse.

Notas finales:

Ajuste de la hidratación:

Como mencioné durante la receta, es mejor utilizar entre 170 y 180 ml de agua en lugar de los 200 ml originales. Esto evitará que la masa quede demasiado floja, lo que dificulta el manejo y el estirado.

Variedad en el tamaño:

Puedes experimentar con el tamaño de las rosquitas. Hacerlas más pequeñas reducirá el tiempo de cocción y dará un snack más crujiente. Si optas por hacer rosquitas más pequeñas, asegúrate de reducir el tiempo en el horno para evitar que se quemen.

Adaptación a hornos pequeños:

Si tienes un horno más pequeño, es posible que debas hornear las rosquitas en tandas. Asegúrate de ajustar el tiempo de reposo entre cada tanda para que las rosquitas no sobrefermenten.

Conservación:

Estas rosquitas se conservan bien en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante varios días. También puedes congelarlas después de hornearlas y recalentarlas en el horno para devolverles su frescura.

Conclusión:

Y listo, familia, ya tienen sus Rosquitones, unas rosquitas grandes, crujientes y deliciosas. Ideales para compartir en familia o disfrutar en cualquier momento del día.