APRENDAMOS A REFLEXIONAR
Alguna vez te has preguntado cuales momentos en tu vida, han provocado en ti buenos recuerdos? esa imagen impregnada en tu memoria que te excita a volver a vivir a volver a replicar y a cultivar. Nunca me eh olvidado cuando corría los campos y aprendía a trabajar detrás de mis padres, cuando volvía y jugaba con mis hermanos mas pequeños, cuando salíamos a cazar y a pescar en los arroyos, y un montón de momentos inolvidables que compartíamos en familia y más cuando trabajábamos en las tantas tareas diarias, que nos obligaba la pobreza que a la vez nos hacían los niños más felices del mundo.
Hoy en día ya somos padres y la vida es distinta, el mundo ah cambiado y ya existen montones de ideas, tecnologías, y cosas nuevas que antes eran tal vez solo fantasías, hoy en día vivimos un mundo veloz, competitivo en donde nos importa mucho más la vanidad en su máxima expresión.
¿Que piensas tu de tu vida en familia, de tu experiencia como padre o madre, estás sembrando una semilla buena el cual quisieras cultivar valor, buenos recuerdos, experiencias sanas para tus hijos? O simplemente vives un mundo paralelo a tus hijos, en donde tratas siempre de excluirles de tu rutina diaria. ¿Te has dado cuenta aveces que tus hijos quieren ser como tu, que tu eres como un espejo para ellos, y que sus comportamientos hoy, mañana y siempre serán el reflejo de sus momentos contigo como papa y mama?.
¿QUE PIENSAS AHORA?
Como papa trato de tener siempre un momento con mi hija, y también con mi hijo, y al decir momento no es solo sentarnos a conversar y nada más, sino a experimentar cosas juntos, como jugar algo, crear alguna actividad, aprendiendo algo, o salir a caminar y charlar. Creo firmemente que esos momentos son tan importantes para ellos, ya que sienten ese afecto y que son incluidos en tu rutina, generan en ellos una alta autoestima y confianza.
Pero en esta ocasión no se trata de mi, sino de tu experiencia de como estás tratando de cultivar acciones que el día de mañana puedas cosechar orgullosamente como un buen padre.
Reflexión escrita por Lic. Albert David Ovelar – Capiatá – Paraguay. 2022